Saltar al contenido

Law Innovando Derecho

Portada » Blog » Populismo punitivo: el poder del pueblo para juzgar

Populismo punitivo: el poder del pueblo para juzgar

Mtra. Giovanna Itzel Campos  Miranda
FB: Itzel Cammir  (Giovanna Campos)


Antes de empezar con el análisis del populismo punitivo, necesitamos entender a qué se refiere este término. El populismo punitivo, también conocido en doctrinas internacionales como punitivismo, es el uso político o mediático de la pena de los delitos en las campañas como herramientas electoralistas o como forma de dominar el interés del espectador haciéndolo partícipe en la decisión judicial, es decir, es la promesa de incrementar las penas en los delitos más concurrentes de alto impacto que forman parte de la problemática social de un determinado momento, así como el mecanismo de personas públicas para empatizar con la opinión legal de la ciudadanía.

Cuando hablamos de populismo punitivo, es importante traer a colación a manera de ejemplo, el estado de Chihuahua, específicamente, en la década de los 2000´s, donde la desaparición, violencia y privación de la vida en contra de las mujeres incrementaron de manera exponencial.

Para esa época, la problemática que se presentaba era incontenible para el Estado Mexicano, ya que ello propició la creación de documentales, películas e incluso se llevó a instancias internacionales, como el sonado caso de Mariana González y González vs. el Estado Mexicano, mejor conocido como “Los Campos Algodoneros”, generando indignación a nivel mundial. 

De ahí que, como una medida de prevención se implementó en la legislación  la figura del feminicidio, otorgándole una punibilidad de prisión vitalicia, dicho con otras palabras, en el estado de Chihuahua, si alguna persona privaba de la vida a una mujer pasaría lo que le restara de vida en la cárcel. Sin embargo, después de una reconsideración, se impuso una pena de 45 a 65 años. 

Ahora, aunque pudiera parecer una buena idea, esta figura se implementó como agravante en algunas entidades federativas del país, sin que sea aún clara su implementación o peor aún su aplicación. 

Para profundizar más en lo anterior, podemos dar un ejemplo actual y controversial para que veamos la trascendencia del populismo punitivo como una fuente de desastres jurídicos en la aplicación de las leyes en los procesos judiciales. 

Caso Rodolfo “Fofo” Márquez 

En febrero de dos mil veinticuatro, el influencer tapatío Rodolfo Márquez, mejor conocido en sus redes sociales como “Fofo Márquez”, agredió físicamente a una mujer en el estacionamiento de una plaza comercial en el municipio de Naucalpan de Juárez, Estado de México, donde le ocasionó lesiones que tardan menos de quince días en sanar, ello aparentemente por un percance vial ocurrido entre las dos partes. 

Pese a que los hechos ocurrieron en febrero, en abril del año pasado, se viralizó el video en el que se podía apreciar una parte de los hechos, es decir, la agresión del influencer en contra de la mujer y el arribo de dos personas que la auxiliaron para que el agresor cesara el acto de violencia en contra de la víctima. 

Es importante señalar que conforme al Código Penal para el Estado de México, el delito de lesiones (que tarden menos de quince días en sanar) en el estado de México tiene una punibilidad que va desde los tres hasta los seis meses de prisión y una multa de treinta a sesenta días. Pero, en el caso que estamos analizando, este se elevó a los juzgados por el delito de tentativa de feminicidio, aquí es importante preguntarnos: ¿por qué?. 

Bueno, aunque la Ley establece que comete el delito de tentativa de feminicidio la persona que pretenda privar de la vida a una mujer por razón de género, lo cierto es que, es una figura que ha sido absurdamente abusada por los agentes del ministerio público para poder aminorar la presión social generada en los medios de comunicación o en las redes sociales como es el caso, imponiendo una carga social a los juzgadores. Toda vez que, estos casos cuando llegan a sus manos se encuentran perseguidos por la prensa para que impongan una pena “justa” que sirva como escarmiento no solo para las personas que son juzgadas en los medios televisivos o en las redes sociales, sino para poder hacer un espectáculo que les permita incrementar el interés de la sociedad haciéndola partícipe del juicio al imputado. 

Por ello, cuando nos presentaron el caso de Fofo Márquez en los medios de información, la mayoría de los presentadores presionaba al juzgador solicitando una pena ejemplar, por lo que podemos estar de acuerdo que imponer de tres a seis meses de prisión (que es la pena prevista para el delito de lesiones) iba a generar descontento entre el público que estaba pendiente del desenlace de esta historia. 

Esto, evidentemente generó una condena que a título personal fue excesiva y desproporcionada. Pese a que podríamos haber esperado una condena de un par de años, el resultado final fue de diecisiete años impuestos al influencer en una sentencia dictada el pasado veinticinco de enero de dos mil veinticinco. 

Por lo que podemos decir que el sentenciado Fofo Márquez (que actualmente cuenta con veintisiete años), estará recobrando su libertad a la edad de cuarenta y cuatro años, por un percance vial –que ojo, esta columnista no justifica la agresión  a las mujeres de ningún tipo- pero nos hace preguntarnos, si podemos estar orgullosos como sociedad de haber impuesto una pena ejemplar a un joven desubicado. ¿O usted qué opina?

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

× ¿Cómo puedo ayudarte?